¡Conoce sus principales síntomas!
Cuando realizamos una sobredosis de esfuerzos por cumplir con muchas actividades, pero al final del día no logramos involucrarnos lo suficiente en ninguna, nos agotamos y nos sentimos frustrados. Por lo general, uno que otro conocido nos dirá que estamos bajo un período de estrés. Pero… ¿Cuáles son las consecuencias de vivir de ese modo? Pequeños episodios de estrés pueden ser positivos hasta cierto punto. Un ejemplo es cuando la tensión nos ayuda a evadir el peligro o nos obligamos a cumplir con una entrega en una fecha límite. Pero cuando esta sensación perdura por mucho tiempo, puede deteriorar nuestra salud en gran manera y situarse de lo común a lo crónico, al punto de poner en riesgo nuestro bienestar personal y la relación con las demás personas. En Ancestrina aprenderemos a identificar los síntomas del estrés crónico para hacer de nuestra vida una experiencia más saludable.
(Hasta qué punto puede afectarte el estrés)
El estrés crónico es descrito como una sensación de tensión y agotamiento prolongado que afecta a personas de cualquier edad, género y contexto social, causando problemas tanto físicos como psicológicos. Cuando vivimos este tipo de estrés, no encontramos salida a situaciones que comprometen nuestras emociones. Las consecuencias del estrés crónico son graves, particularmente porque favorece la depresión y en otros casos la ansiedad. A diario asumimos una alta demanda de obligaciones que no podemos aplazar, y requieren tiempo y concentración. Algunas experiencias afectan profundamente nuestro modo de vida y nos hace sucumbir ante otras emociones negativas. Este tipo de sensaciones pueden originar enfermedades cardiovasculares, violencia, desánimo y hasta suicidio.
(Estrés postraumático ¿Qué es y cuales son sus principales síntomas)
Síntomas del estrés crónico
En ocasiones ignoramos los síntomas ocasionados por el estrés dado que pasan desapercibidos. Por eso hoy nos tomamos la tarea de mencionar los signos más relevantes que se manifiestan en la fase crónica. Desde el enfoque emocional: ansiedad, irritabilidad, miedo, cambios de ánimos, confusión o turbación. Excesiva autocrítica, dificultad para concentrarse, olvidos, preocupación por el futuro, pensamientos repetitivos y excesivo temor al fracaso. Desde el enfoque conductual: tartamudez u otra dificultad del habla, trato brusco a los demás, reacciones impulsivas, rechinar los dientes o apretar las mandíbulas y risa nerviosa. Desde el enfoque físico: músculos contraídos, problemas de espalda o cuello, diarrea, palpitaciones, dolor de cabeza, cansancio, perturbaciones del sueño, malestar estomacal, gripes y manos frías o sudorosas.
Cuando no descansamos las horas que nuestro cuerpo requiere y comemos lo que nos provoca y no lo que realmente nos alimenta, seguramente tendremos menos fuerzas para afrontar situaciones demandantes. Los síntomas de estrés crónico son bastante complicados de tratar; requieren en la mayoría de los casos tratamiento médico. La meta siempre será el bienestar personal y la toma de decisiones que beneficien nuestra salud. Debemos aprender a identificar y modificar los hábitos que nos causan estrés, el cual supone todo un desafío, pero con voluntad y compromiso alcanzaremos una mejor calidad de vida.
El rapé, como medicina ancestral y alternativa, puede ayudarte a disminuir esta afección. Si quieres saber cómo implementar esta práctica milenaria como uno de tus tratamientos escríbenos en nuestras redes sociales y te daremos asesoría según tu caso particular. (Estrés y rapé)
