Tienen una historia interesante. Hasta hace poco vivían en el río Gregorio, la misma región y tierra tribal que los Yawanawa con quienes mantienen muchas relaciones familiares a través de matrimonios. En la década de los ochenta se mudaron al río Campinas donde trabajaron para el gobierno en la carretera, y la mayoría de aún viven allí. Un dato interesante es que aunque llevan mucho tiempo en contacto con los blancos y ya hace bastante tiempo que viven muy cerca de la carretera son una de las tribus que mejor conserva su lengua. Entre ellos no hablan portugués, los niños solo aprenden portugués después de los siete años y muchas de las mujeres apenas hablan portugués. La mayoría de las otras tribus Pano de la región, además de los Kaxinawa, han perdido la mayor parte de su idioma. Fueron de los primeros en viajar fuera del estado de Acre con sus medicinas, especialmente la difusión del Kambo fue pionera en ellos y pueden ser considerados maestros de la medicina, al contrario de algunos charlatanes no indígenas que se autodenominan maestros. Definir quiénes son basándose únicamente en su nombre no es una tarea fácil. Desde la primera mitad del siglo XIX, los registros históricos elaborados por misioneros, viajeros y agentes gubernamentales sobre los pueblos indígenas del río Juruá se refieren a todos los grupos indígenas conocidos con el nombre de Katukina. Sin embargo, según el antropólogo Paul Rivet, ‘Katukina’ – o Catuquina, Katokina, Katukena, Katukino – es un término genérico que llegó a ser atribuido a cinco grupos lingüísticamente distintos y geográficamente próximos (Rivet 1920). Hoy este número se reduce a tres: uno de la familia lingüística Katukina en la región del río Jutaí en el estado de Amazonas, y dos de la familia lingüística Pano en el estado de Acre. Ninguno de los dos grupos Pano conocidos por el nombre “Katukina” reconoce la palabra como una autodesignación. Los miembros de uno de los grupos, ubicados a orillas del río Envira cerca del pueblo de Feijó, prefieren ser conocidos como Shanenawa, su propio nombre. Aquellos del otro grupo no reconocen ningún significado a “Katukina” en su propio idioma, pero no obstante lo han adoptado, diciendo que la designación fue “dada por el gobierno”.
Este texto se refiere únicamente al último grupo. El nombre “Katukina” llegó a ser aceptado por los miembros de sus dos pueblos en los ríos Campinas y Gregório, que no poseen una designación étnica común. Las únicas autodesignaciones existentes que son ampliamente aceptadas se refieren a los seis clanes en los que se dividen: Varinawa (gente del Sol), Kamanawa (gente del Jaguar), Satanawa (gente de la Nutria), Waninawa (gente del Peachpalm ), Nainawa (gente del Cielo) y Numanawa (gente de la Paloma). Vale la pena señalar que, aparte de los Nainawa, estas denominaciones son idénticas a los nombres de algunas secciones del pueblo Marúbo.
Idioma
El idioma Katukina pertenece a la familia lingüística Pano. La nasalización es una de sus características notables. La mayoría de las palabras son disilábicas y oxitónicas y las palabras nuevas se forman combinando dos palabras o incluyendo uno o más sufijos. Los pronombres personales no hacen distinción de género. Se comunican en su propio idioma cuando hablan entre ellos. El portugués solo se usa para conversar con personas que no son indígenas. A pesar de su largo período de contacto con estos últimos, menos de la mitad de la población habla portugués con fluidez. El idioma hablado por los Katukina de los ríos Campinas y Gregório presenta diferencias significativas en relación al idioma hablado por los Shanenawa.
Se derivan originalmente de 5 tribus lingüísticas distintas, sin embargo, hoy en día se componen de 3 tribus más pequeñas que hablan un tipo de Panoan y viven en la región del Gregorio y del río Jutaí alrededor de Acre y Amazonas (Rivet 1920). El nombre de Katukina fue dado a las tribus por el gobierno y, por lo tanto, no es utilizado por las propias tribus indígenas. Se designan a sí mismos en 6 clanes: Varinawa (gente del Sol), Kamanawa (gente del Jaguar), Satanawa (gente de la Nutria), Waninawa (gente del Peachpalm), Nainawa (gente del Cielo) y Numanawa (gente de la Paloma). Entre estos diferentes clanes, existen diferentes creencias y prácticas, p. Ej. Algunos afirman filiación de matrilinealidad, mientras que otros asumen filiación de patrilinealidad. Además, también el idioma difiere ligeramente entre los clanes. La etnia disminuyó enormemente y casi desapareció durante el ciclo del látex, ya que fueron explotados, desplazados y esparcidos por el territorio. Debido a esta migración forzada en toda la región, no pudieron mantener a su tribu y sobrevivieron por separado en la naturaleza, a menudo teniendo que dejar atrás a sus amigos y familiares mutilados. Casi un siglo después, se les permitió habitar la tierra que una vez fue su hogar. Desde entonces, obtuvieron un crecimiento del 80% en miembros de la tribu, sumando 594 miembros en la actualidad en comparación con 177 miembros en 1977 (Funasa, 2010).
Estructura social y roles de género
Una aldea típica de Katukina está formada por un matrimonio mayor y sus hijos y nietos (casados). Los Katukina tienden a casarse solo con mujeres pano, que están estrechamente relacionadas con sus familias. Una vez que se casan, las mujeres comienzan a vivir junto a la familia de su esposo. La poligamia es común entre los hombres Katukina, y las diferentes esposas de un hombre se consideran hermanas. Si un hombre solo está casado con una esposa y la pierde por muerte u otras razones, comúnmente se casa con la hermana de su ex esposa. Ya desde muy joven, Katukina divide las tareas sociales entre hombres y mujeres. Después de la pubertad, los niños apoyan a sus padres con las actividades domésticas y, por lo tanto, aprenden a realizar tareas importantes para la tribu. Los niños generalmente se capacitan en actividades externas, como la caza, la siembra y la tala de árboles, mientras que las niñas se dedican principalmente a actividades domésticas, como preparar la comida, lavar y cuidar a los niños. Hombres y mujeres solo comparten algunas actividades diarias, como pescar y recolectar frutas, esto último porque los árboles suelen ser tan altos que los hombres necesitan treparlos o cortarlos. La realización satisfactoria de estas actividades diarias es muy importante para los hombres y mujeres de la tribu Katukina. Para casarse, las niñas y los niños deben demostrar sus habilidades aprendidas: los niños deben demostrar sus habilidades de caza y desmonte, mientras que las niñas deben cosechar mandioca y preparar comidas típicas. Si el hombre / niño o la mujer / niña no cumple con estas obligaciones, el matrimonio puede disolverse. Se puede ver un rol específico de género similar durante los rituales Kambo, donde los hombres tienen que aplicar el veneno en sus brazos y pecho, para ganar poder en regiones que son importantes para la caza y la apertura de cultivos agrícolas. Las niñas, por su parte, aplican Kambo en sus piernas, para empoderarlas para llevar canastas y sus hijos.
Espíritus sagrados y plantas
Los Katukina tienen un vasto conocimiento sobre las plantas y el mundo espiritual, y están profundamente conectados con el uso de plantas sagradas. Existe una relación especial de Katukina con la medicina Kambo, que se considera una gran parte de la cultura y el conocimiento tribales. Aunque los Katukina tienen una conexión tan fuerte con las plantas sagradas, no dependen de una aplicación chamánica: todos los miembros pueden aplicar Kambo (Lima 2005; Lima y Labate 2012; Martins 2006). Además, Kambo es parte de su cultura desde los inicios de su tribu y se ha utilizado desde entonces como una importante vacuna y medicina. Se consideran la primera tribu en recibir a Kambo directamente de la rana. Además, iniciaron la expansión de Kambo en áreas urbanas compartiendo sus conocimientos al respecto con personas no indígenas e incluso con periódicos públicos como The New York Times. Por lo tanto, son considerados los abuelos de la medicina de la rana, y tienen una forma única y poderosa de aplicar esta herramienta sagrada.
