Ayahuasca o yagé, en quechua significa “cordel o soga que nos conecta con los muertos”, también “liana que nos conecta con los espíritus”, por su etimología Aya (espíritu, muerto) y Huasca (cuerda). En un principio su etnónimo se escribió Kontanawa, que significa “gente del coco” refiriéndose al fruto ya que en la cosmovisión de estos pueblos nativos la Ayahuasca es un fruto que permite que la cuerda que une al cuerpo con el espíritu se mantenga conectado sin que se muera.
(Chamanismo amazónico)
Es un brebaje ancestral en decocción originario de los pueblos amazónicos de Perú, Ecuador, Colombia y Brasil, que tiene como componente psicoactivo la Harmina, la Harmalina y la Tetrahidroharmina entre otros. Se ingiere en bebida, de diferentes consistencias, se encuentra hasta una especie de miel muy espesa. Su sabor es intenso, fuerte, amargo, difícil de describir, su color es café oscuro, encontrándose algunas con tonalidades verdosas.
(¿Qué es rapé?)